«También se ve al argentino como incumplidor y como permisivo. Los casos de corrupción también son un factor a tener en cuenta. Es cierto que en todos los países hay situaciones parecidas, pero en los últimos años en la Argentina se acentuó mucho más. Y eso nos envuelve un poco a todos. No somos todos corruptos, pero está presente el pensamiento de ‘roban pero hacen’. Hay gente que lo permite pensando así y eso no gusta mucho afuera», explicó.

No obstante, Goldberg también señala que esa características del argentino, que siempre parece estar al borde del conflicto y del choque, se debe a una forma de patriotismo expresada en el deporte, más precisamente en el fútbol, ámbito en el que se suele mezclar cuestiones como la política y los conflictos con otros países puntuales, como es el claro ejemplo de Inglaterra por la guerra de Malvinas.

«En el deporte sentimos orgullo y a veces eso se traslada a otras áreas. El argentino perdona cuando se gana, si hacen cosas a pesar de que se robe. Messi perdió y se terminó el orgullo. Y ahí empezaron con que no cantaba el himno y que es español, etc», remarcó.